Realizar chequeos seguridad buceo antes de cada inmersión es una práctica imprescindible para prevenir incidentes y aumentar la confianza en el agua. Dedicar unos minutos a una revisión completa puede marcar la diferencia entre una experiencia segura y una situación de riesgo.
Buddy check con chequeos seguridad buceo
El método BWRAF resume los pasos esenciales: revisar chaleco compensador, comprobar el lastre, verificar los cierres del arnés, asegurarse del suministro de aire y hacer una verificación final. Este procedimiento, realizado entre compañeros, garantiza que ambos buzos confirmen que su equipo funciona correctamente y que todo está en su lugar antes de sumergirse.
Revisión del chaleco y el lastre
Es vital confirmar que el chaleco inflable se llena y se desinfla sin problemas, que las válvulas funcionan y que no hay fugas. El lastre debe estar correctamente asegurado y con un sistema de liberación rápida que pueda usarse en caso de emergencia. Ajustar el arnés de manera firme, pero cómoda, evita movimientos innecesarios bajo el agua y permite mantener la flotabilidad adecuada.
Comprobación del aire y reguladores
La verificación del suministro de aire es un paso crítico. Se revisa que la válvula del tanque esté completamente abierta y que el regulador principal y el de respaldo funcionen sin dificultades. Ambos buzos deben confirmar la presión del tanque y practicar la respiración con el regulador para asegurarse de que fluya correctamente. Este aspecto de los chequeos seguridad buceo también incluye familiarizarse con el equipo de aire del compañero para estar preparados en caso de necesitarlo.
Verificación final y accesorios
Antes de descender, se realiza una última revisión general. Esto incluye confirmar que la máscara, las aletas, el ordenador de buceo y otros accesorios estén en buen estado y colocados adecuadamente. El chequeo final garantiza que nada esencial quede olvidado y que el buzo se sumerja con plena seguridad y confianza en su equipo.
Fuente: PADI