Principales errores del buceador novato

Los errores del buceador novato son más comunes de lo que parece y, aunque forman parte del aprendizaje, pueden evitarse con preparación. Desde la mala gestión del equipo hasta el exceso de confianza, conocer estos fallos ayuda a prevenir riesgos y disfrutar más de cada inmersión.

No realizar un chequeo de flotabilidad adecuado
Verificar la flotabilidad antes de bajar es básico. Cambios en el equipo, peso o tipo de agua pueden alterar el equilibrio y provocar ascensos peligrosos o mayor consumo de aire.
Desconocer las propias capacidades
Intentar bucear en cuevas o zonas profundas sin experiencia es un error habitual. La progresión debe ser gradual y con formación.
Falta de comunicación con el compañero
Mantenerse conectado con la pareja de buceo garantiza seguridad. Revisa señales y protocolos antes de sumergirte.
No prestar atención al entorno
Distraerse con la fauna marina puede ser un riesgo. Vigilar la profundidad, el tiempo y las corrientes es clave para evitar incidentes.
No controlar el consumo de aire
Es vital consultar el manómetro con frecuencia. Esto evita sustos y permite planificar mejor futuras inmersiones.
No inflar el chaleco en superficie
Finalizar la inmersión sin inflar el chaleco genera esfuerzo innecesario. Una buena flotación evita el agotamiento.
Compensación tardía
La presión en los oídos debe compensarse desde el inicio del descenso. Esperar puede provocar dolor o lesiones.
Dependencia excesiva del guía
Aunque el guía es importante, el buceador debe estar atento al entorno y conocer el plan. Ser autosuficiente es parte de bucear con responsabilidad.