Calentamiento global y blanqueamiento masivo
En 2025, los arrecifes de coral atraviesan uno de los periodos más difíciles de su historia. El aumento de la temperatura del mar ha desencadenado episodios de blanqueamiento masivo en todo el planeta. Cuando el agua se calienta más de lo habitual, los corales expulsan las algas simbióticas que les proporcionan color y alimento. Sin ellas, los corales se debilitan, se vuelven blancos y, si el calor persiste, mueren. Según la Iniciativa Internacional para los Arrecifes de Coral, más del 80 % de los arrecifes del mundo han estado expuestos a niveles críticos de calor en los últimos dos años.
Acidificación del océano y pérdida de estructura
El calentamiento global no es el único enemigo de los arrecifes. A medida que los océanos absorben dióxido de carbono, su pH disminuye, provocando una acidificación que dificulta la formación de los esqueletos de carbonato de calcio. Este proceso reduce la capacidad de los corales para crecer, regenerarse y resistir tormentas. En 2025, estudios internacionales confirman que los arrecifes del Caribe y el Indo-Pacífico han perdido parte de su estructura, afectando directamente a la biodiversidad marina que depende de ellos.
Ecosistemas en peligro y consecuencias humanas
La pérdida de los arrecifes de coral afecta a millones de personas. Estos ecosistemas no solo son el hogar de una cuarta parte de las especies marinas, sino que también protegen las costas de la erosión y sostienen la pesca y el turismo de buceo. En países tropicales, su deterioro se traduce en menos recursos alimentarios y en la pérdida de empleos vinculados al mar. En lugares como la Gran Barrera de Coral, los científicos han registrado en 2025 su mayor descenso de cobertura coralina en casi cuatro décadas.
Restauración y esperanza futura
Aunque el panorama es preocupante, aún hay esperanza. La ciencia trabaja en programas de restauración que utilizan corales más resistentes al calor y en técnicas de cultivo bajo condiciones controladas. Reducir las emisiones globales de carbono sigue siendo la medida más urgente para frenar el deterioro. Si las acciones de mitigación se mantienen y se combinan con una gestión local adecuada, los arrecifes de coral podrían recuperar parte de su vitalidad en las próximas décadas.
Fuente: Reuters
