Señales que no debes ignorar
Fugas de aire equipo de buceo suelen delatarse por un siseo continuo, burbujeo fino en conexiones o una caída lenta del manómetro en reposo. Al montar el equipo, abre el cilindro de forma gradual y escucha con atención alrededor del primer y del segundo nivel del regulador, el latiguillo del manómetro y el inflador del chaleco. Un goteo de burbujas “tipo refresco” indica una microfuga; un chorro constante exige detener la actividad y revisar sellos y uniones antes de entrar al agua.
Dónde buscar primero
Los puntos críticos son la junta del grifo con el regulador (O-ring), las uniones de latiguillos, el spool del manómetro y las válvulas del BCD. Revisa que el regulador asiente bien, que no haya O-rings resecos o cortados y que los latiguillos no presenten abultamientos, microfisuras o zonas resecas. Inspecciona el BCD inflándolo por completo y presionándolo con suavidad; cualquier pérdida por válvulas o costuras se manifestará con sonido o burbujas. En seco, conecta y desconecta el inflador para verificar que el acople sella sin fugas.
Pruebas rápidas que funcionan
Con el equipo presurizado y fuera del agua, deja el conjunto en reposo unos minutos y vuelve a mirar el manómetro: si la aguja cayó de manera apreciable, hay fuga. Enjuaga con agua y una pizca de jabón neutro los puntos de unión: el jabón formará espuma donde escape el aire. En agua, una inmersión controlada en la tina o en el borde del muelle permite observar burbujas finas ascendiendo desde uniones y válvulas; detén la prueba si detectas un escape fuerte.
Qué hacer si confirmas una fuga
Si la pérdida proviene del O-ring del grifo, reemplázalo por otro del tamaño y dureza correctos y vuelve a asentar el regulador. Si el burbujeo aparece en un latiguillo, no bucees: un “hiss” puede preceder a una rotura súbita. Ante fugas en el spool del manómetro, cambia el par de pequeños O-rings internos. Si el problema está en el inflador o en una válvula del chaleco, seca, purga y lleva el BCD a servicio técnico; las válvulas con arena o sal tienden a quedarse parcialmente abiertas.
Prevención que ahorra sustos
Transporta el equipo sin torsionar mangueras, enjuaga con agua dulce y deja secar a la sombra. Programa servicio de regulador y revisión de mangueras según horas de uso o calendario del fabricante. Antes de cada inmersión, realiza una verificación con tu compañero y no normalices “pequeñas” fugas: consumen gas, distraen y pueden empeorar durante el descenso. Un chequeo sistemático convierte una sospecha en una corrección a tiempo.
Fuente: Divers Alert Network (DAN)



